La historia moderna del deporte no podría escribirse sin mencionar a la vieja American Football League (AFL), la liga que llegó a competirle de igual a igual a la NFL y la única que pudo “cantar victoria”. La AFL marcó un número de hitos que luego se trasladarían a la NFL cuando ambas ligas decidieron fusionarse, y el número de talentos que aquella supo desarrollar y llevar a la luz ciertamente fue notable. Uno de esos nombres ilustres es el de Gino Cappelletti, de cuya historia nos vamos a ocupar en esta nota.
Sus inicios
Cappelletti comenzó su carrera colegial en la Universidad de Minnesota, su estado natal. En sus primeros años, fue suplente de Paul Giel, un tailback All-American que quedó segundo en la votación al trofeo Heisman en 1953. Giel también jugaba béisbol y más tarde se convirtió en relevista en la MLB. Tuvo pasos por los Giants de Nueva York (que luego se mudaron a San Francisco), los Pirates de Pittsburgh, los Athletics de Kansas City (hoy en Oakland) y los Twins de Minnesota.
Cappelletti era el encargado de patear puntos extra, ya que los Golden Gophers no acostumbraban a intentar goles de campo en esas épocas. Sin embargo, el jugador pudo convencer a su entrenador, Wes Fesler, para que lo dejara anotar un gol de campo durante un partido frente a uno de sus clásicos rivales, los Hawkeyes de Iowa. El gol de campo de Cappelletti fue importante: el jugador lo convirtió contra el viento, con dificultad, y esa conversión le daría la ventaja a los Golden Gophers, que se llevarían el partido 17-7.
Su tiempo como profesional
Cappelletti no fue elegido en el draft de 1955, de modo que se dirigió a Canadá, en donde jugó como mariscal en los Sarnia Imperials, equipo de la Ontario Rugby Football Union, una liga amateur de fútbol canadiense, y la última liga amateur en participar en las competencias por la Grey Cup, el máximo trofeo del deporte. Al año siguiente, se uniría a Toronto Balmy Beach. Sin embargo, su carrera se vio interrumpida por el servicio militar, que cumplió en el ejército estadounidense hasta 1958. En ese año, sería adquirido por los Winnipeg Blue Bombers de la CFL, aunque luego lo intercambiarían a los Saskatchewan Roughriders. Pero su paso por dicho equipo fue muy breve: terminaría siendo cortado, y finalmente volvería a Sarnia por una temporada más.
En 1960, y tras haber estado un año afuera del emparrillado, Cappelletti se unió a los Boston Patriots, uno de los ocho equipos de la flamante American Football League. Originalmente se desempeñaba como defensive back, pero su head coach, Lou Saban, lo movió pronto a la posición de receptor, ya que, aunque tenía buenas manos, no era lo suficientemente rápido como para cubrir a sus rivales.
Ese fue, en realidad, el inicio de una carrera absolutamente variada y colorida para el jugador en los Patriots, porque si hay un término con el que podemos definir a Cappelletti, “navaja suiza” es el más apropiado: supo jugar como receptor, como pateador y, cuando las lesiones apremiaban, como defensive back, su posición original. Fue lo más parecido a un two-way player, como se los conoce a los jugadores que estaban activos tanto en ataque como en defensa, quienes ya estaban prácticamente extintos en esos años. Por dar solo un ejemplo, el legendario Chuck Bednarik, el pick número uno del draft de 1949 y gloria de los Eagles de Philadelphia, se retiraría en 1962 como el último two-way player de tiempo completo.
Cappelletti inmediatamente dejaría su huella entre los hinchas del equipo. Con el mariscal Babe Parili, formaron una dupla conocida como los “Grand Opera Twins”, por su origen italiano. El jugador fue una referencia confiable dentro de la ofensiva por su habilidad para correr rutas precisas y sus manos seguras. Sin ser rápido, también era lo suficientemente ágil para quedar abierto y hacer la jugada. Además, también supo bloquear para Larry Garron y Jim Nance, dos de los corredores más destacados de la liga (Nance terminaría siendo el MVP de la AFL en 1966).
Sin embargo, quizás lo que más sobresale de Cappelletti es su faceta como jugador de equipos especiales. En efecto, se establecería como el jugador más prolífico de la liga: en 10 temporadas jugadas en la AFL, Cappelletti sería el líder en anotación de puntos en cinco de ellas (1961 y 1963-1966). Dos de esas temporadas aún se mantienen en el top cinco en puntuación en la historia de la AFL.
1964 fue el mejor año de Cappelletti: participó en todos los juegos y acumuló 49 recepciones para 865 yardas y siete touchdowns, 25 goles de campo en 39 intentos y un 100% de efectividad en puntos extra (36/36). Esos 155 puntos le valieron a Cappelletti ser nombrado MVP de la liga, y esa cifra es la más alta en la historia de la AFL, y apenas la segunda más alta en la historia del deporte profesional al momento de su retiro, solo por detrás de los 176 puntos de Paul Hornung, en 1960.
Sin embargo, su mejor partido ocurrió en la última fecha de 1965. En esa temporada, Cappelletti marchaba segundo en puntuación, a 11 puntos detrás del pateador de los Bills, Pete Gogolak, quien revolucionó la posición por su adopción de una técnica del fútbol para realizar los goles de campo (hasta ese entonces, y por unos años más, los pateadores solían acercarse a la pelota directamente desde atrás, y no de costado, como es la práctica comúnmente utilizada en estos días).
Antes de enfrentar a los Houston Oilers, Gino Cappelletti le pidió a Babe Parili que no lo buscara en exceso. El mariscal hizo caso omiso: dos de sus tres touchdowns fueron para él, de 26 y 57 yardas. Cappelletti sumó 28 puntos con dos anotaciones, cuatro puntos extra y cuatro goles de campo. Los Patriots ganaron 42-14 y él marcó el récord individual de puntos en la AFL. Esa actuación le aseguró una nueva corona como máximo anotador.
Ese sería el cénit de la carrera de Cappelletti: tras liderar a la liga por cuarta vez consecutiva en puntos en 1966, el jugador entraría en un declive progresivo, que llevaría a su retiro, en 1970, cuando el equipo jugaba su primera temporada en la NFL, tras la fusión de esta con la AFL. El retiro de Cappelletti, quien era el máximo jugador en puntos anotados, realmente significó el fin de una era para la franquicia. Al año siguiente, los Patriots pasarían a ser no solo de Boston, sino de toda New England.

Años posteriores
Tras su retiro, Cappelletti probó suerte durante un tiempo como coach, hasta que decidió volcarse a los comentarios. En 1972, se unió a la transmisión radial de los Patriots, en donde formó dupla con Gil Santos, conocido como la voz del equipo y el último relator de la vieja AFL en actividad antes de retirarse en 2012. Además, tuvo pasos como comentarista para los partidos de Boston College, entre 1982 y 1984, y en 1987. Allí, sería uno de los testigos privilegiados del icónico “Hail Flutie”, la jugada con la que Doug Flutie ganaría un partido histórico frente a los Miami Hurricanes de Jimmy Johnson, quienes defendían el título colegial. Poco después de ese partido, en 1984, Flutie conseguiría el trofeo Heisman.
Cappelletti también se retiraría en 2012, unos meses antes que Santos. Estuvieron juntos en 28 temporadas, y fueron la dupla más longeva en las transmisiones radiales de NFL: además de narrar 585 juegos juntos entre temporada regular y postemporada, estuvieron presentes en seis Super Bowls, una cifra que también es récord.
Sus estadísticas
Cappelletti participó en 153 partidos (99 inicios). En ellos, acumuló 292 recepciones para 4589 yardas y 42 touchdowns. Se retiró como el líder en recepciones y anotaciones en la historia del equipo, y segundo en yardas, solo por detrás de su compañero Jim Colclough (5001). Hoy en día sigue en el top 10 en anotaciones y yardas.
Además, convirtió 176 goles de campo en 333 intentos (52,9% de efectividad) y anotó 342 de sus 353 intentos de punto extra (96,9% de efectividad). En total, anotó 1130 puntos, de los cuales 1100 fueron en la AFL, marca abosoluta de la liga. Hoy en día, esos números lo ponen tercero en la lista de anotadores de New England, solo por detrás de Stephen Gostkowski (otro prolífico líder en puntos en la liga, con 1775) y el recientemente retirado Adam Vinatieri (1158).
Además de conquistar el MVP en 1964, Gino Cappelletti sumó cinco selecciones al AFL All-Star (el equivalente del Pro Bowl): en 1961 y entre 1963 y 1966. También integró el second-team All-AFL (similar al All-Pro) en 1961, 1963, 1964 y 1966. Los Patriots retiraron su camiseta número 20 y lo incorporaron a su salón de la fama. Además, lo incluyeron en el equipo ideal de la década de 1960 y en los equipos del 35° y 50° aniversario, este último con el rol de capitán ofensivo.
Pero lo más increíble es la variedad de récords que ostenta, aunque no sean muchos. Como ya mencionamos antes, Cappelletti lideró a su liga en cinco ocasiones en puntos anotados. Solo tres jugadores en la historia pudieron conseguir esta marca: los otros dos son Gostkowski y Don Hutson, el legendario receptor de los Packers. Además, tanto Gostkowski como él están empatados con la segunda mayor cantidad de temporadas consecutivas como lideres de anotación, con cuatro (solo por detrás de las cinco al hilo de Hutson). En el rubro de goles de campo, Cappelletti fue el único pateador que lideró la AFL en tres ocasiones (1961 y 1963-64) y el primero en hacerlo en años consecutivos.
Gino Cappelletti dejó marcas únicas en la AFL: jugó todas sus temporadas y todos sus partidos, anotó más de 18 puntos en 10 ocasiones y superó los 20 en ocho. En 1964, convirtió seis goles de campo sin fallos ante Denver y logró tres partidos seguidos con cuatro goles. Su versatilidad fue única: en una sola temporada corrió, lanzó, atrapó, interceptó y devolvió balones, además de lanzar un pase de touchdown con rating perfecto. Ningún otro jugador profesional logró tanto.
Uno de los mejores jugadores de su época, Gino Cappelletti conquistó la admiración de los fanáticos, que lo apodaron “The Duke”. En 2003, la Professional Football Researchers Association (PFRA) lo reconoció en su Hall of Very Good, en el año inaugural del galardón. Merecido tributo para quien, durante una década, fue el símbolo del fútbol americano en New England. Para todos, siempre será “Mr. Patriot”.