J.J. Watt anunció esta mañana, a través de su cuenta de Twitter, que junto con los Houston Texans decidieron avanzar por caminos separados, por lo que el equipo lo cortó del roster.
Houston podría haber obtenido compensación a cambio del veterano edge rusher, pero decidieron dejarlo ir para que él mismo se busque su próximo destino en libertad previo al inicio de la agencia libre, un acto de clase en una franquicia que viene con más desaciertos que virtudes en el último año.
De esta forma la ciudad de Texas se quedará sin una de sus grandes caras de la franquicia, que luego del trade de DeAndre Hopkins y el pedido de traspaso de Deshaun Watson, puede impulsar una de las reconstrucciones más violentas de la liga.
Los Texans seleccionaron al ex Wisconsin Badgers en la primera ronda del draft de 2011, con la selección global #11. Watt registra una monstruosa carrera como profesional. Cuenta con 101 capturas en temporada regular, y seis más en playoffs, además de 282 golpes al mariscal y 172 tackles para pérdida. Números récord para cuando lo comparamos con otros jugadores que están en actividad. Además, fue 5 veces seleccionado para el Pro Bowl y como First Team All-Pro.
Sin dudas, varios equipos buscarán contar con los servicios de J.J. Watt, ya que sigue siendo uno de los jugadores más disruptivos de la NFL. Tiene una gran habilidad para presionar al pasador, pero también es un factor en el juego por tierra. Tiene la flexibilidad suficiente para alinearse en cualquier lugar de la línea defensiva. Como si fuera poco, fuera del campo muchos lo consideran un gran líder con una ética de trabajo excepcional.
La única señal de alarma pueden ser las lesiones. Watt se perdió buena parte de tres de las últimas cinco temporadas por diversas molestias. Los años se siguen acumulando para el veterano, y las lesiones pueden jugarle una mala pasada.
Dentro de un mar de especulaciones, parecieran picar en punta tres alternativas. Por un lado ir a jugar a Pittsburgh Steelers, donde sus dos hermanos también se desempeñan como profesionales: TJ Watt como uno de los mejores OLB de la liga, y Derek Watt, un fullback versátil pero con menor impacto relativo. Por otro lado, la vuelta a Wisconsin puede ser un factor ya que allí tuvo su carrera universitaria, y por ello los Green Bay Packers podrían ser una opción tentadora. La última, y una de las favoritas según Las Vegas, serían los Tampa Bay Buccaneers, donde la posibilidad de pelear por el Lombardi junto con Tom Brady y una gran defensiva liderada por Todd Bowles podrían seducirlo.
Lo que está claro es que a sus 31 años, J.J. Watt tiene todavía capacidad y energía para seguir jugando en la NFL. Tranquilamente puede continuar siendo un dolor de cabeza para cualquier línea ofensiva y mariscal que le toque enfrentarlo. Mientras tanto al resto sólo nos queda disfrutar. ¿Dónde jugará la temporada que viene uno de los mejores defensores históricos?