Todo mariscal de campo que llega a la NFL lo hace con dos objetivos principales. El primero, ganar un Super Bowl. El segundo, quedar en la historia rompiendo alguna de las marcas que tiene este deporte. No son muchos los que logran establecer algún récord que los haga estar un poquito más cerca del Salón de la Fama, y menos los que tienen constancia y durabilidad en la posición más difícil del deporte.
Derek Carr ha alcanzado, la semana pasada, una marca inédita que demuestra que, a pesar de lo que muchos digan, tiene el talento propio para ser considerado como uno de los mejores en haber jugado este deporte, desde su año de novato, pasando por una transición de equipo, habiendo sufrido lesiones, pero nunca negociando esa fiereza y competitividad.
No vamos a encontrar muchos ejemplos mejores de lo que significa ser un QB en la NFL. No todos tienen el brazo de Brett Favre, o la precisión de Drew Brees, o la cabeza de Tom Brady, pero para triunfar se necesita determinismo, ganas, y un corazón de fuego, todas esas cosas que Derek saca a relucir semana a semana.
Derek Carr alcanza marca que solo Peyton Manning y Russell Wilson lograron en la historia de la NFL
Durante el juego ante Giants, el mejor desde que juega en Saints, Carr logró alcanzar las 3.000 yardas por aire en la campaña, logrando eclipsar esta marca durante sus primeras 10 temporadas en la liga. Haber hecho esto lo hace estar en un selecto grupo en el que encontramos a dos campeones de Super Bowl y futuros integrantes del Salón de la Fama, como son Peyton Manning y Russell Wilson.
Visto desde afuera, parece poco lanzar para 3.000 yardas, pero si analizamos los números, desde que Carr entró a la liga en 2014, sacando su año novato, nunca lanzó menos de 3.500 yardas. Como mencionamos anteriormente, físicamente Carr no tiene las condiciones perfectas de un talento generacional, pero compensa todo con la pasión y determinación con la que juega.
Tanto en su tiempo en los Raiders como con los Saints, Carr ha dado muestras de lo que es capaz de hacer cuando el playcalling es el adecuado. En su primer año con la franquicia de New Orleans, está intentando lograr que los hinchas empiecen a extrañar cada vez menos a Brees, y estas actuaciones lo ponen por el camino correcto.