El conjunto de la Bahía ha tenido grandes años a la ofensiva, pero esta es la razón por la cual podría caerse esta campaña.
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habitualmente, si uno piensa en los mejores ataques de toda la National Football League (NFL), los San Francisco 49ers, del creativo gurú ofensivo Kyle Shanahan, suelen estar dentro de la conversación. Los de la Bahía han disfrutado de una unidad que, en un buen día, puede sobrepasar cualquier defensa de la liga.
Pero, de cara a la próxima temporada de NFL, el conjunto que busca ganar su primer anillo en más de tres décadas podría enfrentarse a varios problemas dentro de esa unidad, particularmente en una posición donde se han desprendido de Deebo Samuel, uno de los principales playmakers de la franquicia: los receptores. Aquí, en Olé, los detalles.
Los receptores podrían ser el eslabón débil de San Francisco 49ers en la NFL 2025
La ofensiva de los San Francisco 49ers afronta un panorama complejo en su grupo de receptores para la temporada 2025. Brandon Aiyuk, quien sufrió desgarros de ligamentos cruzado anterior y cruzado lateral colateral en octubre pasado, muy probablemente comenzará la temporada en la lista de físicamente incapaz de jugar (PUP), lo que significa que el equipo arrancará sin su receptor más productivo. Esta baja deja un hueco importante en una ofensiva que ha dependido históricamente de la velocidad y versatilidad de Aiyuk.
La situación se ve agravada por las tensiones contractuales con Jauan Jennings, quien tras registrar 77 recepciones para 975 yardas y 6 touchdowns en su mejor campaña, ahora busca un nuevo contrato o una transferencia antes del inicio de la temporada 2025. Esta disputa añade incertidumbre a un grupo de receptores ya comprometido, especialmente considerando que Jennings se había consolidado como una opción confiable en el esquema de Kyle Shanahan.
Con estas dos piezas clave en situaciones complicadas, los 49ers deben recurrir a alternativas con serias limitaciones. Ricky Pearsall viene de una temporada rookie poco destacada después del incidente en el que recibió un disparo en el pecho hace 11 meses. Demarcus Robinson enfrenta una posible suspensión por DUI que reduciría aún más las opciones disponibles. Mientras tanto, Jacob Cowing, con sus 5’9″ y 172 libras, representa más un proyecto a futuro que una solución inmediata para la ofensiva dirigida por Brock Purdy.
