Ganar en la NFL no es una tarea fácil, y menos si sos los New Orleans Saints. Desde que se retiró Drew Brees, el equipo de Louisiana no ha podido encontrar una opción fiable para ocupar la posición de quarterback. Pasaron ocho jugadores bajo centro, y todos sin pena ni gloria. Hasta Derek Carr fracasó, quien llegó con la idea de ser el legítimo sucesor del número 9.
En el Draft 2024, los Saints usaron su pick de quinta ronda para seleccionar a Spencer Rattler, un jugador muy polarizado, del que algunos hablaban maravillas mientras otros decían que nunca podría ser titular en la NFL. Llegó para aprender de Derek Carr, pero una lesión del titular lo hizo tener que debutar de manera prematura.
Tras seis juegos en 2024 -todas derrotas-, los Saints eligieron a Tyler Shough en el Draft 2025, y parecía que la carrera de Rattler en la NFL llegaba a su fin, pero Kellen Moore, head coach de los Saints lo ratificó como titular, y hoy tuvo su primera alegría en el campo de juego.
Cortar la sequía, un deber que tenían los New Orleans Saints
Desde su llegada al mando del equipo, Kellen Moore había cosechado muy buenas sensaciones dentro del vestuario, con jugadores diciendo que había sido la mejor offseason en muchos años, pero en el campo los resultados aún no acompañaban. Las primeras cuatro jornadas estuvieron plagadas de errores propios de un equipo en formación, que está buscando su esencia, su norte. La jornada pasada se empezaron a ver algunos brotes verdes ante Buffalo Bills, llegando a estar solo dos puntos abajo en el último cuarto.
La jornada 5 se presentaba como el momento ideal para empezar a torcer la historia, ya que los Saints se enfrentaban a los New York Giants, el último rival al que habían podido vencer en la NFL, que venía de perder a su jugador estrella, Malik Nabers. Todos en el Superdome sabían que era un partido bisagra, y lo jugaron como tal.

La victoria ante New York Giants, un nuevo aire para Saints
Tras un comienzo complicado, donde los Saints se encontraban 14-3 abajo al comienzo del segundo cuarto, tanto los jugadores como el coaching staff hicieron un click y fue Rashid Shaheed quien recibió un pase largo de Spencer Rattler y consiguió un touchdown de 87 yardas para devolverle la confianza y elevar la moral del equipo.
La defensa fue baluarte por primera vez en la temporada, consiguiendo 5 turnovers, de los cuales 4 terminaron en puntos para los locales. Kool-Aid McKinstry jugó su mejor partido en la NFL, y tanto Jonas Sanker como Jordan Howden y Terrell Burgees hicieron jugadas grandes cuando fueron llamados. Párrafo aparte para Bryan Bresee, quien fue un ancla en la línea defensiva del equipo local.
“Fue una victoria asombrosa. Encontramos la manera de como hacerlo. No fueron meses fáciles para el equipo”, declaró Kellen Moore en conferencia luego del juego, lo que deja a las claras la importancia que tenia este encuentro para todos dentro de la franquicia y las ganas que tenían de que llegue este momento por el que tanto estuvieron trabajando.
Habiendo conseguido ya la primera victoria, lo que viene para Saints en el calendario es New England Patriots y Chicago Bears, dos rivales que comenzaron mejor la temporada, pero que le pueden servir de envión al equipo de New Orleans de cara a lo que será la primera ronda de juegos de conferencia ante los rivales de toda la vida.
Llegar fortalecidos a esos encuentros puede hacer cambiar por completo el panorama actual de la NFC Sur. Tanto los fanáticos como los propios jugadores y miembros del equipo buscarán demostrar que esta victoria no fue un oasis en el desierto, sino la primera de varias más en esta temporada.