El mal arranque de temporada de los New York Jets comenzó a calar hondo en la fanaticada que, partido a partido, se acerca al MetLife Stadium con la esperanza de ver cambios en el equipo comandado por el HC Aaron Glenn. Y los números, en este sentido, no son para nada alentadores de cara al futuro.
Con un récord negativo de 0-7, el optimismo es cada vez menor y la incertidumbre empieza a ganar terreno entre los seguidores de la franquicia neoyorquina. Pero el dato es aún más preocupante si se tienen en consideración los antecedentes más dolorosos de esta “década perdida”.
El catastrófico inicio de esta temporada 2025 guarda varias similitudes con el de 1996. En ese año la franquicia que hoy es propiedad de Robert “Woody” Johnson cayó en sus primeros ocho juegos para terminar con un récord de 1-15. En aquél entonces, todas las miradas apuntaron al HC Rich Kotite que, ya para 1997, fue reemplazado por el histórico Bill Parcells.
Más cerca en el tiempo, el lapidario 0-13 de 2020 fue otro duro golpe en New York. Con Sam Darnold y Joe Flacco alternándose en el rol de QB titular del equipo, los Jets finalizaron el recorrido con apenas 2 victorias en 16 partidos y dejaron al entrenador Adam Gase como uno de los máximos responsables del fracaso.
Cero expectativas en otro año que parece perdido
Dejando de lado las estadísticas y los datos históricos de la franquicia, el presente es un verdadero problema para Aaron Glenn y los demas entrenadores. El staff técnico apela a soluciones de corto plazo para curar un dolor de cabeza que se volvió una auténtica migraña juego tras juego.
Sin un QB titular afianzado (Justin Fields sigue sin dar la talla y Tyrod Taylor, su reemplazo, fue interceptado en dos oportunidades en la derrota contra los Carolina Panthers por 13 a 6), los Jets siguen sin tener un líder en la cancha que les permita pensar en grande y potencie una ofensiva raquítica, ubicada en el puesto 26 de los 32 equipos de la NFL.
Pero además de los problemas en ataque, Glenn también tiene asuntos que atender en la defensa. Los New York Jets fueron el primer equipo de la NFL en no tener recuperaciones de balón en los primeros cinco encuentros desde 1933. Los reclamos ya se hicieron sentir de puertas para adentro.
“Cuando eres probablemente la peor defensa de la liga, no importa dónde estés, tienes que arreglar las cosas si quieres ganar partidos de fútbol americano”, advirtió el DL Quinnen Williams. El defensivo fue uno de los pocos que se animó a realizar una profunda autocrítica en un vestuario visiblemente desencantado por el pésimo inicio de temporada.