En una liga cada vez más dominada por el juego aéreo, Jonathan Taylor está recordándole a todos que el poder de un corredor puede seguir siendo decisivo. El running back de los Indianapolis Colts está teniendo una campaña espectacular en 2025, cargando con la ofensiva y devolviendo a su equipo a la conversación por los playoffs.
Su impacto ha sido constante semana tras semana: Taylor lidera la NFL en yardas terrestres (697), y en touchdowns por esa vía (10). Además, acumula múltiples partidos consecutivos por encima de las 100 yardas y se ha convertido en la figura más confiable del ataque. El ex Wisconsin, junto a un sorprendente Daniel Jones has sido la brújula ofensiva de Shane Steichen en lo que va de la temporada.
Su promedio de 5.3 yardas por acarreo refleja no solo potencia, sino una eficiencia casi quirúrgica en la toma de decisiones y lectura de bloqueos. Su producción ha sido sostenida conforme avanza la temporada, y se las ha ingeniado para tener impacto aun frente a defensivas que ajustan sus esquemas para contenerlo.
Jonathan Taylor, ¿un candidato real al MVP?
Si bien es cierto que los quarterbacks suelen acaparar los focos en la carrera por el MVP, el running back de 26 años está construyendo un argumento sólido para para cambiar esa dinámica. Si los Colts logran mantenerse competitivos y su producción se sostiene, el corredor podría convertirse en el primer no quarterback desde Adrian Peterson (2012) en quedarse con el galardón.
Su dominio en el juego terrestre, sumado al impacto directo en las victorias del equipo, lo colocan en una posición única. Jonathan Taylor lleva siete anotaciones en los últimos tres partidos, una verdadera locura.
Es un jugador que aporta tanto por tierra como por aire. Y es este último aspecto el que también hay que destacar. En lo que va de la temporada, el corredor de los Colts lleva 23 recepciones en 25 targets para 185 yardas y un TD.
El alto rendimiento que demuestra constantemente, obliga a las defensivas a adaptar sus esquemas para poder frenarlo y con ello él que abre espacios y crea oportunidades para sus compañeros, lo que lo convierte en un arma de doble filo. Además, su cero pérdida de balones hasta el momento es un dato importante a tener en cuenta.
Con los Colts en posiciones de playoffs y la contribución de Taylor fácil de medir en yardas, touchdowns e impacto en ofensiva, se hace imposible no considerarlo seriamente como candidato al MVP. Por lo pronto, en Indianápolis, todos saben quién lo merece.