Los New England Patriots y una muestra de carácter: Victoria ante los Browns para confirmar su gran momento y afirmarse en la AFC Este

Los New England Patriots vencieron 32-13 a los Cleveland Browns en el Gillette Stadium por la semana 8 de la National Football League (NFL). El conjunto local supo sobreponerse a las complicaciones de la primera mitad y se quedó con una victoria muy importante de cara al futuro. El equipo de Mike Vrabel consiguió su sexto triunfo de la temporada, y el quinto de forma consecutiva.

Otro partido destacado para Drake Maye. Pese a la temprana intercepción, el joven mariscal de campo continúa con su favorable evolución dentro del sistema ofensivo de Josh McDaniels y tuvo una tarde realmente buena con tres pases de touchdown, y otra muestra de liderazgo en momentos clave para poder revertir el marcador y darle la victoria a los Patriots.

Del otro lado, los Browns ofrecieron resistencia, sobre todo con una defensiva áspera (que no nos engañe el marcador). Sin embargo, la visita no pudo sostener ese nivel asfixiante durante todo el encuentro y terminó sucumbiendo ante la presión defensiva y los ajustes ofensivos de los locales. Ni la actuación histórica de Myles Garrett, con cinco capturas, logró evitar la caída de un equipo que volvió a mostrar algunas limitaciones. La segunda mitad fue un monólogo de New England, que dominó en todas las facetas del juego y firmó una victoria que lo reafirma como contendiente en la AFC.

Una reacción a tiempo, un Drake Maye en modo MVP y un buen playcalling, las claves de la victoria importante.

Los New England Patriots se quedaron con uno de esos partidos que, cuando termina la temporada, te pueden costar muy caro si no los ganas, extendieron su récord a 6-2 y se afianzan en la cima de la AFC Este. Drake Maye terminó la segunda mitad con ocho de ocho pases completos (18/24 en todo el partido), 114 yardas aéreas, tres pases de anotación y un índice de pasador de 158.3 (lidera esta categoría en toda la NFL).

En un partido que arrancó un poco trabado, el marcador se abrió con un gol de campo de Andy Borregales, pero los Browns, gracias a un drive de 70 yardas comandando por Dillon Gabriel, se pusieron al frente con un touchdown de Harold Fannin Jr. A partir de ahi, los de Foxborough ajustaron la defensa y obligó a Cleveland a despejar en tres de los siguientes cuatro drives que tuvo durante la primera mitad.

Por su parte, la ofensiva de New England no se vio cómoda durante la primera mitad. Los Patriots avanzaban en el campo, pero al llegar a la zona roja eran neutralizados por una defensiva visitante que tuvo a un Myles Garrett y a un Carson Schwesinger muy inspirados y debieron conformarse con goles de campo. Así todo, al cabo de los primeros dos cuartos el marcador era de 9-7 en favor de los de Vrabel.

El encuentro dio un giro de 180º tras el entretiempo. El conjunto local salió a la segunda mitad con otra actitud y con un juego ofensivo mucho más rápido y vertical. ¿El resultado? Los tres drives que tuvieron en el tercer cuarto terminaron en anotación. El primero de la mano de Hunter Henry, quien recibió el pase de Maye en una jugada de “play-action”. El segundo llegó de la mano de Stefon Diggs (el primero como Patriot) y el último, a través de Kayshon Boutte tras un envío de 39 yardas de Drake Maye.

En el último cuarto, ya con el resultado casi irreversible (30-7), New England intento controlar el reloj pero sin bajar la intensidad. Mientras que los Browns, que se vieron totalmente superados en la segunda mitad, no pudieron ser efectivos en ofensiva y se tuvieron que conformar un touchdown cuando iban 9:24 en el reloj y que solo sirvió para maquillar un resultado que no dejo de ser abultado.

Párrafo aparte para la defensiva de los Patriots. Limitó el juego terrestre rival a solo 68 yardas y consiguieron detener a Dillon Gabriel (que mostró muchas falencias) de la mano de Robert Spillane y Jaylinn Hawkins, quienes terminaron con una intercepción cada uno. Más allá de que los flashes se los terminó llevando Maye y compañía, lo cierto es que la defensiva estuvo en todo momento para contener al rival y darle el ovoide a la ofensiva para que hiciera su trabajo.

Gran victoria del conjunto comandado por Vrabel. Otro paso adelante frente a un Cleveland siempre complejo y que llegaba a este partido siendo el equipo que menos yardas había permitido (256.1 por partido). Otro gran partido de un Drake Maye en modo MVP. Una victoria que sirve para seguir construyendo un futuro que parece esperanzador. La próxima semana será turno de enfrentar a otro equipo complicado: Atlanta Falcons, pero New England va, y lo hace convencido.

Artículo publicado en la web de New England Patriots (patriots.com/news/espanol/)

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