La temporada 2025 de los Detroit Lions no había comenzado como se esperaba. Tras un inicio irregular y dos derrotas en los últimos tres encuentros, el equipo de Dan Campbell necesitaba un golpe de efecto para reencauzar el rumbo. Con un récord de 5-3 antes de visitar a los Washington Commanders, el entrenador en jefe decidió implementar un cambio drástico: asumir personalmente el control del playcalling ofensivo, desplazando parcialmente a su coordinador ofensivo, John Morton, en busca de mayor identidad y ritmo dentro del ataque.
Campbell fue captado con una hoja de jugadas en mano durante el encuentro en Maryland. La escena confirmó lo que se había rumoreado durante la semana: el entrenador decidió retomar un rol activo en la toma de decisiones ofensivas. “Siento que es lo correcto ahora mismo”, afirmó después. La medida sorprendió a muchos, pero los resultados no tardaron en aparecer. Detroit desplegó una de sus mejores actuaciones de la temporada y recuperó la fluidez que lo había caracterizado en campañas anteriores.
El movimiento respondió a una desconexión evidente entre el staff ofensivo y los jugadores. Según reportes internos, Campbell percibía falta de sincronía entre Morton y el resto del roster, y creyó necesario intervenir directamente. “John es fundamental para mí”, aclaró el HC tras el juego, dejando claro que no se trataba de un conflicto, sino de una decisión estratégica para despertar a una ofensiva dormida.
Una ofensiva revitalizada y una victoria contundente
El cambio tuvo un impacto inmediato. Los Lions dominaron de principio a fin y derrotaron 44-22 a los Commanders, anotando en ocho de nueve series ofensivas. Jared Goff completó 25 de 33 pases para 320 yardas y tres touchdowns; Jahmyr Gibbs corrió para 142 yardas y sumó dos anotaciones totales; mientras que Amon-Ra St. Brown y Jameson Williams fueron vitales en el juego aéreo. La ofensiva recuperó su ritmo vertical, dejando atrás las inconsistencias de las semanas previas.
Campbell explicó que el ajuste no responde a una decisión permanente, sino a un intento por “mezclar las cosas” y recuperar el ADN ofensivo del equipo. El entrenador en jefe, conocido por su estilo agresivo y su capacidad de liderazgo, encontró una respuesta inmediata: sus jugadores más cómodos, con mejor ejecución y energía en cada serie. Para un equipo que había sido criticado por su falta de dinamismo, fue una señal alentadora en el punto medio de la temporada de NFL.
Ahora, la gran incógnita será si esta fórmula se mantiene. Detroit, con marca de 6-3, se mantiene en la cima de la NFC Norte, pero su próximo desafío no será menor: un Sunday Night Football ante los Philadelphia Eagles, uno de los equipos más sólidos de la liga. La decisión de Campbell podría marcar un antes y un después en el rumbo de los Lions y su identidad ofensiva.