Tras 12 semanas de juego, Los Angeles Rams son uno de los mejores equipos de la National Football League (NFL). En una de las divisiones más difíciles, como lo es la NFC Oeste, los dirigidos por Sean McVay se encuentran en primer lugar, con un récord de 9-2. Además, lideran la conferencia, algo que podría darles descanso durante la primera ronda de los playoffs.
El dominio de los Rams en la liga no sorprende. Es uno de los planteles más completos, con figuras en cada línea y jóvenes promesas que ya brillan en ambos lados de la cancha. Sumado a eso, la gerencia se hizo cargo de reforzar aquellos puestos más flojos durante la última offseason, con incorporaciones como la de Davante Adams, que llegó para reemplazar a Cooper Kupp, y otras que pasaron más desapercibidas, como las de Nate Landman y Emmanuel Forbes, que rápidamente tomaron importancia en el equipo.
Sin embargo, para tener éxito en la NFL, es necesario contar con un QB de élite, un lujo que los Rams se pueden dar. Matthew Stafford llegó a la franquicia angelina hace cuatro temporadas tras una extensa trayectoria en los Detroit Lions. En la primera campaña en Los Angeles se consagró campeón del Super Bowl, algo que no había estado ni cerca de conseguir con su anterior equipo. Desde entonces, se mantuvo como uno de los mariscales más regulares de la liga, aunque este año llevó su juego a otro nivel.
Stafford, más candidato a MVP que nunca
En los últimos años, el premio MVP le fue otorgado al QB de uno de los mejores equipos de la temporada regular, por lo que Stafford cumple con ese requisito. Además, sus estadísticas respaldan el gran nivel del mariscal dentro del campo. Con sólo 11 partidos disputados, ya lleva 2,830 yardas de pase y 30 touchdowns por la misma vía, con apenas dos intercepciones. En cuanto a números, es su mejor temporada en los Rams, principalmente por la baja cantidad de entregas de balón.
El nivel de Stafford es tan bueno esta temporada que sólo puede ser comparado con el de Patrick Mahomes, quien en 2020 logró una marca impresionante igualada este año por el QB de Rams. Son los únicos mariscales en la historia de la NFL en sumar al menos 30 pases de TD y dos intercepciones o menos en los primeros 11 partidos. A pesar de su memorable temporada, el de los Kansas City Chiefs no pudo quedarse con el MVP en aquella ocasión y cayó en el Super Bowl ante los Tampa Bay Buccaneers.
Stafford y sus Rams no quieren terminar de la misma forma que lo hizo Mahomes aquel año, y tienen motivos más que suficientes para creer; no sólo cuentan con un plantel muy completo que viene dando resultados, sino que además tienen jugadores que, en el pasado reciente, sumaron experiencia valiosa en la postemporada. Esto les da ventaja por sobre, por ejemplo, los New England Patriots, el equipo con mejor récord de la liga y cuyo QB, Drake Maye, compite semana a semana con Stafford por quedarse con el MVP.