En su primera declaración desde que dejó el campo en el tercer cuarto del partido de los Tampa Bay Buccaneers ante los New York Jets el domingo, Antonio Brown dijo que se vio obligado a jugar por una lesión en el tobillo que requerirá cirugía, razón por la cual salió tan abruptamente.
Una resonancia magnética el lunes reveló fragmentos de huesos rotos, un ligamento desgarrado del hueso y pérdida de cartílago, dijo el receptor abierto en un extenso comunicado difundido el miércoles por la noche. Brown también acusó a los Buccaneers de caracterizar erróneamente su reacción en el campo como un “problema de salud mental” en lugar de una negativa a jugar debido al dolor.
Los Buccaneers no hicieron ningún comentario inmediato sobre la declaración de Brown cuando se les comunicó el miércoles por la noche. El receptor estuvo en el campo durante 26 jugadas antes de su salida el domingo en East Rutherford, Nueva Jersey. Molesto en la línea de banda, se quitó los protectores y la camiseta, y tiró la misma junto los guantes a las gradas. Luego corrió a través de la zona de anotación mientras ambos equipos estaban en el campo y saludó a los fanáticos mientras se dirigía al vestuario.
Después del partido, el entrenador de los Bucs, Bruce Arians, negó tener conocimiento de que Brown estaba lesionado, un punto que reiteró el lunes. Cuando se le preguntó si Brown le había dicho que estaba herido, Arians respondió: “No”. El abogado de Brown, Sean Burstyn, dijo que el jugador informó a Arians y al cuerpo médico que no podía seguir jugando por la lesión. Aseguró que el estado del tobillo fue tema de conversación durante toda la semana. Brown dijo lo mismo en su declaración.
“Me senté al margen y mi entrenador se acercó a mí, muy molesto, y me gritó: ‘¿Qué te pasa? ¿Qué te pasa?’ Le dije: ‘Es mi tobillo’. Pero él lo sabía. Estaba bien documentado y lo habíamos discutido “, dijo Brown. “Luego me ordenó que entrara al campo. Le dije: ‘Entrenador, no puedo’. No pidió atención médica, sino que me gritó: ‘¡HAS TERMINADO!’ mientras se pasaba el dedo por la garganta. El entrenador me decía que si no jugaba lesionado, entonces había terminado con los Bucs “.
“Sé que estábamos perdiendo ante los Jets y eso fue frustrante para todos. Pero no pude hacer jugadas con el tobillo en ese estado”, dijo. “Sí, salí del campo. Pero hay una gran diferencia entre lanzar desde la línea y recibir golpes, en comparación con trotar fuera del campo con una avalancha de emociones pasando por tu mente. Estoy reflexionando sobre mi reacción, pero hubo un disparador. El disparador fue que alguien me dijo que no podía sentir dolor “.
El jueves, Brown publicó en redes sociales capturas de supuestos mensajes con Arians sobre su tobillo, fechados el 30 y 31 de diciembre. En Instagram, acompañó las imágenes con la frase: “El entrenador dijo que nunca hablamos”. En otra publicación, Brown dijo que ninguno de sus compañeros de equipo sabía de la supuesta discusión con Arians.
“No se equivoquen. Mis hermanos han sido buenos conmigo. Desde Tom [Brady] hasta el equipo de práctica, éramos una unidad de alto nivel”, publicó Brown en Twitter. “Han sido buenos conmigo y no sabían nada de mis conversaciones con el entrenador la semana pasada. El equipo manejó mal esta situación. Me decepcionaron y, lo que es más importante, a mis compañeros”.
También publicó una queja el jueves sobre un trato con el entrenador de Brady, Alex Guerrero, y etiquetó a Brady en las publicaciones, diciendo: “@TomBrady guy @ ag_TB12 cobrando $ 100K y nunca me hizo el entrenamiento. ¡Cómo trabajas con gente como esta!”. Luego publicó algo similar en Twitter, que eliminó, diciendo “… debe ser parte de los planes de estos chicos desde el principio”.
Después del partido del domingo, Arians dijo que Brown ya no era parte del equipo. Reiteró esa frase el miércoles, aunque los Bucs aún no lo habían liberado formalmente. Ese mismo día, Brown afirmó que el equipo intenta hacerse cargo de su atención médica, aunque ya tiene programada la cirugía.
“Se puede ver el hueso abultado desde el exterior. Pero eso debe y puede ser reparado”, dijo. “La resonancia magnética ha sido leída por dos de los mejores cirujanos ortopédicos de la ciudad de Nueva York, incluido el Dr. Martin O’Malley del Hospital for Special Surgery. Sin darse cuenta de que ya había programado una cirugía en HSS, los Bucs me ‘ordenaron’ bajo pena de disciplina y con algunas horas de anticipación para presentarse a un médico más joven en HSS para obtener otra opinión “.
