El mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, sufrió una lesión en el dedo gordo del pie izquierdo. La misma tuvo lugar durante la primera mitad del partido de la Semana 2 contra los Jacksonville Jaguars. El incidente ocurrió en el segundo cuarto, cuando Burrow intentaba evadir la presión defensiva y sufrió una torcedura que le impidió continuar en el juego.
Tras la jugada, Burrow permaneció unos instantes en el suelo antes de recibir atención médica y ser retirado al vestuario. Inicialmente, y desconociéndose el grado de lesión, se esperaba que pudiera regresar a la acción. Finalmente el staff decidió no arriesgar su participación y quedó descartado para el resto del encuentro.
Los primeros exámenes indicaron que se trata de un “turf toe”, una lesión en los ligamentos del dedo gordo del pie. Es extremadamente dolorosa, hace que impulsarse para correr o lanzar sea casi imposible. Es una lesión que suele requerir cirugía y un tiempo de recuperación prolongado. Un golpe durísimo para los Bengals.
Próximos pasos y expectativas
El estado del quarterback fue reevaluado en las últimas horas, con estudios adicionales y diferentes opiniones médicas. Finalmente la cirugía será necesaria, ya que es la mejor opción debido a la gravedad de la lesión. Confirmado: Joe Burrow estará fuera de las canchas al menos tres meses. El peor escenario para todos.
Burrow, que fue el líder en yardas aéreas (4918) y en touchdowns (43) de la liga, ha tenido, a lo largo de su carrera algunas lesiones de gravedad. En 2020, una lesión de rodilla le costó seis juegos, y en 2023 su muñeca lo dejó fuera de los últimos siete partidos de la temporada regular.
La ausencia del QB estrella es un gran golpe para Cincinnati y representa un desafío significativo para la franquicia. Está más que claro que Burrow es la clave en la ofensiva del equipo. Su ausencia confirmada disminuye la posibilidad del equipo de ganar y complica o sentencia las aspiraciones de los Bengals para temporada 2025 de la NFL.
Frente a los Jaguars, pese a la lesión de Joe Burrow, los Bengals se sobrepusieron rápidamente a la situación y lograron quedarse con el partido por 31-27. El QB2, Jake Browning, ingresó en su lugar y lideró al equipo en una trabajada victoria. Browning terminó el encuentro con 21 de 32 pases para 241 yardas y dos touchdowns, y tres intercepciones.
Cincinnati arranca la temporada 2-0, pero eso es una anécdota. Lo que importa es que no contará con su mariscal titular, de mínima, hasta diciembre. En el corto plazo, los Bengals deberán ajustar su ofensiva de cara al enfrentamiento de la Semana 3 frente a los Minnesota Vikings. Solo les queda confiar en su mariscal suplente, Ja’Marr Chase y Tee Higgins para conseguir victorias, y atenuar el golpe.