Cumplida la Semana 5 de la NFL, ninguna de las 32 franquicias permanece invicta. La derrota de los Buffalo Bills en Orchard Park durante el Sunday Night Football dejó a la franquicia neoyorquina con un récord de 4-1. Los New England Patriots visitaron a su rival divisional y se llevaron el triunfo con un ajustado 23-20. El duelo contaba con un gran aliciente: el regreso de Stefon Diggs a la ciudad de Buffalo tras su marcha al final de la temporada 2023-2024. El receptor, ahora con Drake Maye como socio, registró 146 yardas en 10 recepciones y se cobró la venganza ante su antiguo equipo.
Los chicos de Mike Vrabel empiezan a carburar con un inicio positivo de 3 victorias y 2 derrotas. Se sobrepusieron a los Bills de Josh Allen con carácter, pues el encuentro estuvo marcado por las pérdidas de balón en ambos lados. Además, la rocosa defensa del conjunto de Foxborough mermó la solidez ofensiva que los de Sean McDermott habían demostrado durante las cuatro jornadas previas.
Los locales habían anotado por lo menos un touchdown en los primeros 15 minutos de los cuatro primeros choques de la temporada. Sin embargo, los Patriots denegaron al actual MVP y los suyos la posibilidad de puntuar en el primer cuarto con dos fumbles forzados.
El joven quarterback Drake Maye, que apunta a ser uno de los mejores en su posición en los próximos años, volvió a superar la franja de las 200 yardas (273 con 22/30 pases completos). No obstante, fue su WR1 el que recibió el balón del partido por parte de Vrabel. Este reconocimiento a Stefon Diggs se debe a un desempeño que le ha colocado a la altura de una leyenda como Julian Edelman, tal y como ha informado Adam Schefter.
Con su aportación, se convierte en el primer wide receiver de New England que logra más de 100 yardas en dos partidos consecutivos desde que lo hiciera por última vez el famoso número 11 en 2019. El que fuera líder del cuerpo de receptores de Buffalo descargó un grito de emoción tras las palabras del entrenador hacia el equipo: “Estoy contento por vosotros. Sois los jugadores los que salís ahí fuera y lo hacéis posible”.
Vrabel remarcó también el concepto de seguir trabajando en su “identidad” como vestuario. Fue le propio Diggs el que cerró del discurso al dirigirse hacia sus compañeros: “Os quiero chicos, vamos a por el próximo partido”.
Diggs ha encontrado su nueva casa
Diggs decidió poner fin a su etapa en Buffalo dejando claro que no estaba contento con su rol y fue por ello señalado como un jugador tóxico para el vestuario. Pese a tener sus más y sus menos con los Bills, siempre ha subrayado su cariño hacia Josh Allen: “Es un jugador tremendo. Construimos un vínculo especial, era mi hermano. No voy a fingir que no le tengo respeto, así que cuando lo veo, intento recordárselo”.
Recaló en unos Houston Texans en los que no terminó de encajar. Además, sufrió un desgarro en el ligamento de la rodilla derecha en octubre de 2024 ante Indianapolis Colts que le mantuvo alejado del terreno de juego hasta este curso 2025.
Ya como agente libre, en marzo firmó con la franquicia de Massachusetts dispuesto a relanzar su carrera. Diggs se siente como en casa y Maye confía en él como su principal arma ofensiva. “Le queda mucha gasolina en el tanque, así que es genial que sea un Patriot”, aseguró el QB en el postpartido.