Jonah Coleman se ha transformado en uno de los nombres más destacados del College Football 2025. El running back de Washington Huskies no solo se destaca por su números. Se convirtió en el corazón de una ofensiva que se apoya en su potencia, físico y capacidad para generar jugadas cuando el partido se complica.
A lo largo de la primera mitad de la temporada, Coleman ha sido una constante en los Huskies. Se ha convertido en un corredor confiable, con una potencia increíble, capaz de encontrar huecos, aunque sean chicos, y convertirlos en ganancias importantes. En un año en el que muchos programas luchan por establecer un juego terrestre sólido, el conjunto dirigido por Jedd Fisch ha encontrado en él su arma más segura.
En lo que va de la campaña, Coleman acumula más de 518 yardas terrestres y 11 touchdowns, cifras que lo ubican entre los mejores RBs de la nación. Su promedio de 5.4 yardas por acarreo y su numero de anotaciones demuestran que con el balón en sus manos, las cadenas se mueven y Washington lastima.
Jonah Coleman, el motor ofensivo de Washington
Mas allá de las estadísticas, es un jugador que parece en el momento justo. En partidos cerrados, cuando la ofensiva quizás está trabada, Coleman suele ser el que marca el ritmo, y extendiendo las series ofensivas. Es un jugador determinante en terceros downs cortos o dentro de la zona roja.
A diferencia de otros corredores que dependen de su velocidad, el ex Arizona apoya su juego en la lectura de bloqueos y en la paciencia para encontrar los huecos. Es fuerte, absorbe los golpes y es difícil de derribar en el primer contacto. Además, juega con un centro de gravedad bajo que le permite ganar yardas tras el impacto.
Es un jugador que ha evolucionado mucho con el correr de los años y ha tenido un gran desarrollo en Washington. Se puede notar la mejora en las lecturas, en la protección de pase y en rutas cortas, un aspecto importante para tener impacto en la NFL. Si bien todavía no esta del todo pulido, puede convertirse también en una excelente herramienta frente a los blitz en situaciones de pases profundos.

Además, su participación como receptor ha crecido. En lo que va de la temporada, dentro del roster de los Huskies, Coleman es el segundo jugador con mas recepciones (20), el tercero con mas yardas aéreas (243) y el tercero con mas yardas por partido (40.5). Esta claro que su rol principal es como corredor pero ha demostrado gran habilidad en rutas cortas y flats, extendiendo su impacto. Esto lo convierte en un jugador versátil, adaptable a distintos esquemas ofensivos, algo que los scouts miran y mucho.
Aun le faltan aprender algunas cosas, como por ejemplo entender que puede extender las jugadas hacia afuera y no necesita ir sistemáticamente al contacto. Sin embargo, la madurez que ha demostrado, sumado a la evolución que ha tenido y a la consistencia que ha sabido mantener lo posicionan como uno de los prospectos más completos rumbo al NFL Draft 2026. A prestarle atención.