Lamar Jackson fuera otra vez ¿Los Ravens tienen un problema más grande que las lesiones?

Baltimore Ravens se encuentra en un problema que va mucho más allá de la ausencia de su quarterback. Lamar Jackson fue descartado por segunda semana consecutiva debido a una lesión de isquiotibiales, perdiéndose el partido contra Los Angeles Rams del domingo y dejando al equipo con un preocupante récord de 1-4 que amenaza seriamente sus aspiraciones de playoffs.

El ala defensiva George Karlaftis capturó al dos veces MVP en el tercer cuarto de la derrota 37-20 ante los Chiefs, y le provocó un esguince de isquiotibiales. Desde entonces, Jackson no ha participado en ninguna práctica y los Ravens confirmaron que permanecerá fuera hasta después de su semana de descanso en la Semana 7, con proyección de regreso para enfrentar a Chicago Bears en la Semana 8.

“No tengo la respuesta a eso ahora mismo”, admitió el entrenador John Harbaugh cuando le preguntaron si Jackson podría haber regresado al juego contra los Chiefs si el marcador hubiera estado más cerrado. La respuesta cautelosa refleja la gravedad de una lesión que, según reportes, podría mantenerlo fuera entre dos y cuatro semanas.

Lamar Jackson fue descartado por segunda semana consecutiva. (Foto/Getty)

El respaldo que no funciona

La ausencia de Jackson expuso brutalmente la falta de profundidad en la posición de quarterback. Cooper Rush, firmado en la offseason por dos años y $6,2 millones tras sus actuaciones decentes con Dallas Cowboys, tuvo un debut desastroso con los Ravens en la Semana 5.

Contra Houston Texans, Rush completó apenas 14 de 20 pases para 179 yardas, cero touchdowns y tres intercepciones en una humillante derrota 44-10. Fue la primera vez que lanzaba tres intercepciones en un juego desde 2022 con los Cowboys, y confirmó los problemas que ya había mostrado en pretemporada, donde también lanzó tres intercepciones.

“Cooper es experimentado, ha estado en estas situaciones antes”, intentó defender Harbaugh. “Conoce la ofensa y estará listo”. Pero los números cuentan otra historia: con Jackson, los Ravens promedian 27,9 puntos por partido; sin él, ese promedio se desploma a 16,6 puntos. Baltimore tiene récord de 4-10 en partidos sin su quarterback titular desde 2018.

Un agujero casi imposible

Con récord de 1-4, los Ravens están en su peor arranque desde 2015, la última vez que iniciaron con esta marca y no lograron clasificar a playoffs. Las estadísticas son desalentadoras: en la era del Super Bowl, solo el 10,6% de los equipos que empiezan 1-3 logran llegar a postemporada.

Para tener alguna posibilidad, Baltimore necesitaría terminar 9-3 o 10-2 el resto de la temporada. Un escenario improbable considerando que tendrían que hacerlo potencialmente sin su coordinador defensivo Mike Macdonald, quien se fue a Seattle Seahawks antes de 2024 y dejó un vacío que el novato Zach Orr no ha podido llenar.

“Estoy preocupado pero no abrumado”, intentó calmar Harbaugh. “Las tres derrotas fueron contra probablemente tres de los mejores equipos de la liga. Esa es simplemente la mano que nos tocó”.

El calendario alivia un poco después de enfrentar a los Rams: los Ravens tienen la octava agenda más fácil del resto de la temporada con cinco juegos consecutivos contra equipos sin récord ganador tras su semana de descanso. Pero incluso con un calendario favorable, necesitarán que Jackson regrese al 100% y que su defensa encuentre urgentemente la identidad que ha caracterizado a esta franquicia durante décadas.

Baltimore visitará a Chicago Bears en la Semana 8, donde se espera el regreso de su quarterback franquicia. Para entonces, cualquier esperanza de playoffs podría ya estar enterrada bajo el peso de la peor defensa en la historia moderna de los Ravens.

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