En una temporada donde pocos quarterbacks han logrado destacarse con consistencia, el nombre de Joe Fagnano ha irrumpido con fuerza en el panorama nacional. El mariscal de UConn no solo está guiando a los Huskies en una campaña que podría ser histórica, sino que además está firmando números que no se veían desde 2019, cuando Joe Burrow rompió la NCAA. Con cinco partidos consecutivos superando las 250 yardas aéreas, tres touchdowns y cero intercepciones, Fagnano ingresó a un club exclusivo que en la última década solo tenía un miembro: Burrow.
En la victoria de los Huskies 37-34 ante Duke por la semana 11, el mariscal de campo de Uconn alcanzó la marca del actual QB de los Cincinnati Bengals. Fagnano lanzó para 311 yardas y tres anotaciones y ninguna entrega de balón, completando otra gran actuación. Su producción es tan sólida que convirtió a UConn en una amenaza real dentro del calendario de la FBS, impulsando una temporada que podría terminar con el programa alcanzando las nueve victorias.
Con 25 pases de touchdown y una sola intercepción en lo que va del año, Fagnano se erige como uno de los mejores QBs del College Football. Sus estadísticas -2,995 yardas, 68.6% de pases completos y 159.3 de passer rating- lo ponen en la conversación por el Trofeo Heisman, algo que pocos imaginaban al inicio de la campaña.
De Joe Burrow a Joe Fagnano
El trabajo de Fagnano ya fue reconocido a nivel nacional, siendo elegido semifinalista del Premio Davey O’Brien, destinado al mejor mariscal del país. El quarterback ya logró colarse entre los 72 nombres votados por los fanáticos. Si bien el voto de los fans no tiene impacto significativo en el recuento final, para el programa de los Huskies significaría muchísimo: podría convertirse en el primer jugador activo de UConn en recibir un voto para el Heisman.
Más allá de los premios, su impacto se ve en la cancha. UConn se encuentra camino a una posible temporada de nueve, impulsado por la precisión quirúrgica y la calma de su mariscal. Su nivel de seguridad con el ovoide ha sido la clave para mantener al equipo competitivo incluso en partidos cerrados como el de Ball State, Buffalo o Duke.
Si bien es cierto, que ante Aire Force, que cuenta con una defensa disciplinada, lanzó su primera intercepción, Fagnano sigue demostrando que su nombre ya no es una sorpresa, sino una realidad en el College Football. Si mantiene este nivel, su temporada podría volverse aún más histórica y seguir agregando capítulos a una campaña que ya lo ubica (en números) en la misma conversación que Joe Burrow.
