Llegamos a la mitad de la temporada regular en la National Football League (NFL) y son los Philadelphia Eagles (6-1) los que se adueñan del mejor récord de la liga. El único encuentro que perdieron fue durante la Semana 6, cuando en la gran manzana cayeron 20-14 contra los New York Jets en una errática jornada, pero eso no los prohibió de mostrarse como el equipo más dominante y a vencer en la Conferencia Nacional.
Han tenido actuaciones de menor y mayor nivel, pero en casi todas ellas se las han ingeniado para escaparse con el triunfo. En su tercer año como entrenador en jefe del equipo, Nick Sirianni no quiere cortar la racha de clasificar a playoffs y, por qué no, hacer de local cuando llegue enero. Un equipo con poder de alto voltaje en todas sus líneas, que en su ataque puedan causar daño tanto por tierra cómo por aire, y en este segundo estilo es donde se destaca el excelentísimo AJ Brown.
El ex receptor de los Tennessee Titans, arribó a Philly durante el draft del 2022, a cambio de una Pick de primera (#18) y una de tercera ronda (#101), pero los dividendos llegaron de inmediato al equipo de Pensilvania. Este domingo, tras una brillante jornada de 8 atrapadas, 130 yardas aéreas recibidas y 2 touchdowns, el receptor estableció un récord histórico, convirtiéndose en el primer jugador de la historia de la NFL en acumular seis partidos consecutivos con 125 o + yardas aéreas recibidas.
AJ Brown bajo la lupa: el receptor del futuro
Con su 1.85 mts de altura y 102 kg de pura potencia, Brown viene a un ritmo histórico y está haciendo la mejor campaña de su carrera. Pero el tamaño no atrapa balones solos y tampoco se escabulle de los defensores, son los tecnicismos los que hacen a este receptor posicionarse en la crema de la liga y ser una amenaza indescifrable para cada esquinero que se alinea frente a él.
El año pasado, logró su mejor rendimiento como jugador profesional. En el explosivo ataque de Philadelphia, atrapó 88 pases para 1496 yardas y 11 touchdowns, pero esta temporada esos números podrían reducirse a cenizas, mientras semana a semana sigue comiendo yardas como un monstruo y atrapando pases como si fueran caramelos. En lo que va de 2023 lleva: 60 recepciones, 939 yardas recibidas, un promedio de 117.4 yardas aéreas por juego y 5 touchdowns, en ocho partidos.
Su quirúrgica forma de correr las rutas, nivelando el juego de sus pies junto al equilibrio en sus caderas, y su aceleración precipitada, son las herramientas que utiliza para poder realizar trayectorias punzantes, ya sea en el corazón del campo o buscando carreras en zonas profundas. Sumado a su capacidad de saltar a competir por el balón cuando está en el aire y seguras manos, hacen que Brown sea considerado uno de los mejores receptores en la NFL.
Es por eso y más, que es el jugador con mayor cantidad de atrapadas de: +10 (38) y+20 (17) yardas; además de ser el segundo en +30 yardas (7) en toda la liga. Nadie duda que A.J. Brown lidera el ataque aéreo de los Eagles. Mientras Nick Sirianni lo integre con precisión en su sistema ofensivo —como viene haciendo—, resulta lógico considerarlo una de las mayores armas de toda la NFL.
