Si hay un equipo que no ha podido encontrar un norte, esos son los New York Giants. Los de la parte azul de La Gran Manzana tienen récord de 2-9, son el primer equipo en ser eliminado de la contienda de los Playoffs y ya echaron tanto a su entrenador en jefe, Brian Daboll, como a su coordinador defensivo, Shane Bowen.
Este ultimo fue despedido tras otra bochornosa derrota por parte de New York. Los Lions llegaron a estar por 10 puntos abajo en el marcador en el cuarto final, y aún así lograron quedarse con el partido. Esta es la cuarta ocasión que los Giants dejan escapar un partido de estas características esta campaña.
Si bien Jameis Winston le dio algo de vida al equipo azul, no es perfecto. El ataque de Mike Kafka no parece tener mayores inconvenientes para mover el ovoide, a pesar de la carencia de talento. Y los refuerzos, además de un nuevo entrenador en jefe, llegarán la próxima temporada. Pero la herida es demasiado profunda para curarla con banditas.
New York Giants: la marioneta de Joe Schoen
Cuando se despidió a Brian Daboll, el pensamiento generalizado fue que los Giants también dejarían ir a Joe Schoen, el gerente general. Eso finalmente no ocurrió. Y, sin dudas, esto deja a varios rascandose la cabeza. Schoen es el principal responsable de poner, temporada tras temporada, planteles a los cuales les ha costado mostrarse como competitivos dentro del campo de juego.
De lo que obviamente no tiene la culpa es de las lesiones. Este ha sido un flagelo grave para los Giants durante esta temporada. Primero, Malik Nabers, uno de los receptores más talentosos de la NFL, se rompió los ligamentos de una de sus rodillas y quedó fuera el resto de la campaña. Cam Skattebo, un jugador que ha puesto una energía distinta dentro del campo de juego para New York, tuvo una horrible lesión algunas semanas atrás, y ahora los mejores clips en 2025 son de él en streaming. Jaxson Dart, por su parte, ha lidiado con conmociones.
Los Giants tendrán a los tres nuevamente dentro del campo de juego para la venidera campaña. Aunque claro, New York deberá, en términos del beisbol, sacar un home run con su entrenador en jefe. Y, por qué no, rezarle la toma de decisiones de Schoen, uno de los GMs a los cuales más derrotas -literales y morales- se le puede dar en toda la NFL.